El niño a su papá:
¡Papá, papá, vinieron a preguntar si aquí vendían un burro!
¿Y qué les dijiste, hijo?
Que no estabas.
Dos niñas están en un campamento donde compartían habitación y litera. A la hora de irse a la cama, la niña de la litera de arriba reza:
Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la Virgen María y el Espíritu Santo.
Pocos segundos después, se le hunde la litera, y la niña de la litera de abajo exclama:
¿Lo ves? ¡Eso es lo que pasa por dormir con tanta gente!
Estaban dos niños cada uno con un trompo y uno le dice al otro:
A ver, baila el trompo.
Y el otro le contesta:
No sabo.
El otro le dice:
No se dice "no sabo" se dice "no sepo".
En ese momento una señora estaba escuchando la conversación de los niños y les dice:
No se dice ni no sabo ni no sepo.
Los niños le preguntan:
Entonces, ¿Cómo se dice?
La señora les contesta:
No sé.
Y los niños le dicen:
Entonces, por qué se mete en lo que no le importa.
Va el niño y le dice al padre:
Papá, me quiero casar con mi abuela.
Y el padre le dice:
¿Cómo te vas a casar con mi madre?
El niño le responde:
¿Y como tú te casaste con la mía y yo no dije nada?
Dos comadres se encuentran en el mercado y le dice una a la otra:
Ay, comadre no sé que hacer con mi hijo, es muy, pero muy tonto, yo creo que es el más tonto de los niños.
A lo que la comadre responde:
No, no, no, mi hijo debe ser más tonto, seguro le gana al suyo.
No, no, no, mire nada mas, en eso la primera comadre llama a Pablito su hijo y le dice:
Mira Pablito, ve a la casa y me buscas a ver si estoy.
El niño partió, en el momento la segunda comadre le dice:
Ay, eso no es nada mire esto:
En eso llama a su hijo Rodriguito, y le dice:
Mira Rodriguito, toma $10.00 y ve a comprar una televisión a color, y se va.
Luego, en el camino se encuentran los niños y le dice uno al otro.
Híjole mano, mi mamá es re-tonta muy pero muy tonta.
A lo que el otro responde:
No mano, mi mamá seguro que es mucho más tonta que la tuya.
No puede ser.
Oye esto, me mandó a la casa a ver si estaba y ni siquiera me dio las llaves para entrar.
Y el otro le contesta:
Pues eso no es nada, la mía me dio $10.00 para comprar una televisión a color, y no me dijo de que color la quería.
Pepito llega a su casa y le dice a su mamá:
Mami, aquí está mi boleta de calificaciones.
La mamá la toma, la observa y dice:
¿Quuueeee? ¡Estas calificaciones merecen una paliza!
El niño le contesta:
¿Verdad que sí mamá? ¡Vamos, yo sé dónde vive la maestra!
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